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No soy más que un ciudadano de nuestra querida Elda, ni siquiera festero, sin embargo aprecio mucho esos momentos en los que la fiesta te pone el vello de punta; y admiro mucho el gran trabajo de ese equipo de personas que consiguen que todo funcione con orden y efectividad.
Y dicho esto quiero hacer una reflexión en general, y no va tan solo para los organizadores, que también, sino para festeros y no festeros.
¿Es que la fiesta nos nubla los sentidos y somos incapaces de seguir las mismas normas que cualquier persona seguiría en una situación de normalidad, quiero decir fuera de fiestas,?.
Ayer al igual que yo, otros adultos, niños o ancianos caminábamos nuestras calles dando saltos; era una odisea levantar la vista del suelo por que rápidamente algo se pegaba en el zapato o tropezabas con una botella o una lata.
¿Por qué, si un día normal una mayoría somos incapaces de tirar al suelo los desperdicios, en fiestas casi todo el mundo lo hace? ¿Por qué muchos festeros o meros espectadores van cargados de mucha ilusión y de bolsas con bebidas y comida a la fiesta y se olvidan de regresar con la bolsa, que ya pesaría mucho menos, y los envases y desperdicios hasta el contenedor correspondiente?. ¿Es por desidia?, ¿es por que en fiestas o en algún otro tipo de espectáculos no hay que ser igual de pulcros y ordenados que en nuestra vida cotidiana?, o ¿es que hemos perdido el Norte de lo que es correcto y seguimos el comportamiento más cómodo e incívico de los que habitualmente no les importa vivir entre la inmundicia y la suciedad?.
No me vale el que no hay papeleras suficientes o que están llenas, ¡ HAY CONTENEDORES!.
Y dicho esto quiero hacer una reflexión en general, y no va tan solo para los organizadores, que también, sino para festeros y no festeros.
¿Es que la fiesta nos nubla los sentidos y somos incapaces de seguir las mismas normas que cualquier persona seguiría en una situación de normalidad, quiero decir fuera de fiestas,?.
Ayer al igual que yo, otros adultos, niños o ancianos caminábamos nuestras calles dando saltos; era una odisea levantar la vista del suelo por que rápidamente algo se pegaba en el zapato o tropezabas con una botella o una lata.
¿Por qué, si un día normal una mayoría somos incapaces de tirar al suelo los desperdicios, en fiestas casi todo el mundo lo hace? ¿Por qué muchos festeros o meros espectadores van cargados de mucha ilusión y de bolsas con bebidas y comida a la fiesta y se olvidan de regresar con la bolsa, que ya pesaría mucho menos, y los envases y desperdicios hasta el contenedor correspondiente?. ¿Es por desidia?, ¿es por que en fiestas o en algún otro tipo de espectáculos no hay que ser igual de pulcros y ordenados que en nuestra vida cotidiana?, o ¿es que hemos perdido el Norte de lo que es correcto y seguimos el comportamiento más cómodo e incívico de los que habitualmente no les importa vivir entre la inmundicia y la suciedad?.
No me vale el que no hay papeleras suficientes o que están llenas, ¡ HAY CONTENEDORES!.
Ya sé que mañana aparecerá nuevamente la Ciudad limpia e inmaculada como si no hubiera pasado nada, pero… Son muchas las personas que nos visitan estos días; y estoy seguro que se llevarán una buena imagen de nuestras fiestas, no dejemos que esa imagen quede borrosa y adulterada por tanta inmundicia.
Y sobre todo no dejemos que este desorden de suciedad se adueñe de los principios de nuestros pequeños.
Elda 1 de Junio de 2015
Paseo por la inmundicia is licensed under a Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional License.
Y sobre todo no dejemos que este desorden de suciedad se adueñe de los principios de nuestros pequeños.
Elda 1 de Junio de 2015
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