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EL DESEMBARCO
En medio de la multitud que nos
oprimía
cruzamos un laberinto de
luceros y estrellas
y desembocamos en un mar
embravecido,
flotando sobre adoquines de
espuma blanca.
Nos cruzamos con buques de
cartón piedra
que intentaban una travesía oceánica
y gigantescos aviones, que
navegaban
como delfines, que buscan
corrientes cálidas.
Como Cíclope y Medea fuimos
pura fantasía;
que viajaban sin rumbo hacia lo
desconocido,
como Romeo y Julieta nos fundimos
en un beso
e hicimos oídos sordos a lo que
nos rodeaba.
Llegamos, no sin tropiezos, a
un magnífico puerto,
donde desembarcaban la mayoría
de los sentimientos,
y con el tiempo nos impregnamos de todos ellos. e
San Juan 12 Agosto 2019
Jesús Gandía Núñez
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