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FUI MONTAÑERO
Yo era un montañero... enamorado
de la naturaleza;
siempre buscando rutas
desconocidas, rincones bellos.
Huía de la ciudad el cemento y
el ladrillo,
y del trasiego masificado de las grandes superficies.
Ahora no soy más que una brizna
que lleva el viento,
un vil ciudadano devorado por
el asfalto y el hierro.
Veo las montañas desde lejos
y vivo gracias a mis bonitos
recuerdos.
Paseo, muy a mi pesar, alrededor
del pueblo;
y cuando no interrumpe mi
silencio el ladrido de un perro.
me aborda la autovía con su
acoso de estruendo,
y el zumbido de monstruos
metálicos que dan miedo.
Fui montañero...sí
y disfruté como nadie de las
cumbres más bellas.
Ahora... sigo la huella de un
sembrado de deshechos
que nos movemos por inercia y
como robots por el pueblo;
caminamos por calles y avenidas
que no vienen a cuento;
yo siempre a la cola del último
viejo.
Fui montañero...
que no descubrió las Américas,
pero holló muchas y hermosas
cimas del Pirineo,
y aunque mis taras me tienen en
paro técnico,
me siento afortunado, y tocado
por la varita mágica del destino,
porque FUI MONTAÑERO.
porque FUI MONTAÑERO.
Elda 18 Septiembre 2019
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
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