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TODOS AL HOYO
Se mueren los altos, los bajos
la palman
y tanto los delgados como los
gordos
no se escapan de la parca.
Tampoco los pobres que pasan
hambre,
ni los ricos que se dejan millones.
Siempre hay incrédulos
que no creen estar en la lista
y son los primeros en saltar la
tapia.
O Supermanes que sueñan con las
galaxias
y los setenta ni los
sobrepasan.
¡Aquí, no se queda nadie!
en cuanto tocan a retreta
te enteras que falta alguien.
Por eso no hay que esperarla,
que se acuerde lo más tarde de
nuestra alma,
y nos coja con una fría cerveza…
en una gran jarra.
San Juan 29 Agosto 2019
Jesús Gandía Núñez
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional
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