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TSUNAMI
Cuando el mar se enfurece no atiende
a razones
provoca naufragios, terror en
los pasajeros
y revoluciona a delfines y
tiburones.
Crea el temor entre marineros y
contramaestres
y el capitán tiene que tomar
decisiones rápidas:
repartir órdenes antes de que sea demasiado tarde.
El mar reparte amargura hasta tierras lejanas
con tsunamis enormes que se
tragan las casas,
causando estragos por donde
pasa.
A las furias marinas nadie las
detiene
arrasan en puertos a buques y
bajeles
y siembran tragedia en toda la
costa cercana.
Pues como un tsunami eres tú
cuando te enfadas Irati,
no vale padre, ni yayo ni yaya,
tiene que acudir tu madre
con amor y paciencia… a marchas
forzadas.
San Juan 13 Agosto 2019
Jesús Gandía Núñez
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