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RESULTADO FRUSTRANTE
No es habitual que con un boli
y una libreta,
se quede un folio en blanco,
porque siempre encontramos
motivos para emborronarlo.
Otra historia es acudir al
ordenador o al móvil,
que precisan de atención muy
ágil,
y cualquier movimiento
inapropiado
echará nuestro trabajo al
traste.
Cuantas veces me he estrujado
la cabeza,
después de horas escribiendo,
y comprobar que el escrito no
se quedó guardado.
Es una sensación frustrante de
impotencia;
cuyo único remedio acaba,
con un sacrificio de paciencia,
iniciando un nuevo texto de
inmediato,
de algo que desapareció por la
puerta falsa.
Pero nunca volverá a ser exacto
al pensamiento que nos
inspiraba.
San Juan 28 Agosto 2019
Jesús Gandía Núñez
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